Imposible develar el rostro de un yo cambiante, múltiple, proteico. Cada autorretrato es siempre un vano intento de responder a la pregunta: ¿quién es ese, que desde el otro lado de la cámara, te observa? La constatacion de un hecho: estoy vivo.
Imposible develar el rostro de un yo cambiante, múltiple, proteico. Cada autorretrato es siempre un vano intento de responder a la pregunta: ¿quién es ese, que desde el otro lado de la cámara, te observa? La constatacion de un hecho: estoy vivo.